El Nilo, la línea de la vida

El Nilo es un río, pero uno esencial para los egipcios. ¿Por qué?, os preguntaréis; pues tenía muchas utilidades para los egipcios, pues éste era un territorio desértico, y el río era el único elemento que permitía la vida a sus orillas.

Con sus casi 7000 kilómetros de longitud, fue considerado durante mucho tiempo el río más largo del mundo, y atraviesa como una delgada línea el desierto desde el sur hacia el norte. Los egipcios llamaban a los territorios bañados por el Nilo "tierras negras", pues las aguas dejaban allí un fértil barro sedimentario de color oscuro que resultaba idóneo para cultivar. Mas allá se extendían las "tierras rojas", el desierto, donde únicamente vivían tribus nómadas o campesinos asentados juntos a pequeños oasis.


Cada año, las lluvias torrenciales caídas en el curso alto del Nilo provocaban una espectacular subida del caudal, y de junio a septiembre el río se desbordaba e inundaba sus orillas. Al retirarse las aguas, los campesinos se servían para cultivar en los fértiles lodos. Para aprovechas mejor las aguas, los egipcios construyeron diques y canales.

Pero el río no solo aportaba beneficios a la agricultura, pues se convertía en la principal vía de comunicación. Tanto personas como mercancías se aprovechaban de las tranquilas aguas del Nilo para moverse. En la imagen podemos observar una barca cargada con pesados materiales destinados a la construcción de un templo, que viajan desde la cantera hasta el lugar de las obras sobre las aguas del río de la vida.














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