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¿Es una persona o un león? Es una Esfinge

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Las esfinges fueron enormes monumentos que simbolizaban la fuerza de la realeza y la vida después de la muerte. Flanqueando los templos y las pirámides egipcias, estas enormes moles sobreviven al paso del tiempo y narran la historia del Antiguo Egipto. La Gran Esfinge se realizó esculpiendo un montículo de roca caliza situado en la meseta de Guiza. Tiene una altura de unos 20 metros aproximadamente, y unos 70 de longitud. La cabeza podría representar al faraón Kefrén, teniendo el cuerpo la forma de un león. En épocas antiguas estaba pintada en vivos colores: rojo el cuerpo y la cara, y el nemes (tocado funerario de tela) que cubría la cabeza con rayas amarillas y azules.  

Tumbas gigantescas

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Hace  unos 5.000 años el faraón Keops construyó la pirámide más grande jamás construida; al igual que hicieron su hijo Kefrén y su nieto Micerinos, dando lugar al conjunto arqueológico de Gizeh, la más representativa muestra de la espectacularidad de este tipo de construcciones. Nuestros playmobil nos enseñan una de estas megalíticas edificaciones, destinadas a acoger el cuerpo de los faraones por la eternidad, entre cuyos muros disfrutarían de la vida eterna. Los cuerpos  permanecían enterrados en decorados sarcófagos, rodeados de ricos ajuares. Para defenderlos de los amigos de lo ajeno, se diseñaban  pasadizos y cámaras falsas, así como se sellaba cualquier acceso desde el exterior. Como curiosidad os podemos indicar que la Gran Pirámide de Keops tiene 147 metros de altura, y que en su construcción se emplearon más de 50.000 personas y cerca de 2 millones de bloques de piedra, algunos de los cuales pesan hasta 50 toneladas. Y es hoy la única de las 7 maravillas de la Antigüedad que

Los obeliscos

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Un obelisco es un monumento de piedra, con forma de pilar, con sección cuadrada y cuatro caras trapezoidales iguales, ligeramente convergentes, rematado superiormente en una pequeña pirámide denominada piramidión. La palabra obelisco viene del griego, y significa "aguja". Tallados en un solo bloque de piedra, generalmente se colocaban por pares a la entrada de los templos, junto a los pilonos. Se discute su función, si bien se habla de que representaban el camino que unía la tierra con el cielo, pero para poder estar seguros estaría bien poder viajar al pasado en una maquina del tiempo cuando se inventen, ¿no os parece?

El lugar de culto, el templo

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El templo era la casa de los diferentes dioses. Construidos en piedra, con una arquitectura adintelada, la mayoría tenían unas dimensiones  colosales, y seguían una misma estructura: una avenida daba acceso a la puerta monumental, esa avenida solía estar decorada con esfinges protectoras; al templo se accedía a través de unos muros muy gruesos, el pilono, frente al cual se situaban los obeliscos. Tras cruzar el pilono, se accedía a un patio rodeado de enormes columnas decoradas, posteriormente se accedía a la sala hipóstila (cubierta y llena de columnas), y finalmente, en la parte más profunda del templo, se encontraba el santuario, donde se conservaba  la estatua del dios.

El Nilo, la línea de la vida

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El Nilo es un río, pero uno esencial para los egipcios. ¿Por qué?, os preguntaréis; pues tenía muchas utilidades para los egipcios, pues éste era un territorio desértico, y el río era el único elemento que permitía la vida a sus orillas. Con sus casi 7000 kilómetros de longitud, fue considerado durante mucho tiempo el río más largo del mundo, y atraviesa como una delgada línea el desierto desde el sur hacia el norte. Los egipcios llamaban a los territorios bañados por el Nilo "tierras negras", pues las aguas dejaban allí un fértil barro sedimentario de color oscuro que resultaba idóneo para cultivar. Mas allá se extendían las "tierras rojas", el desierto, donde únicamente vivían tribus nómadas o campesinos asentados juntos a pequeños oasis. Cada año, las lluvias torrenciales caídas en el curso alto del Nilo provocaban una espectacular subida del caudal, y de junio a septiembre el río se desbordaba e inundaba sus orillas. Al retirarse las aguas, los campes

Zigurats, los grandes edificios de usos múltiples

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Nos encontramos en la antigua Mesopotamia, un territorio junto a los ríos Tigris y Éufrates en el que en torno al IV milenio aparecieron las primeras civilizaciones de la historia. Los mesopotámicos fueron grandes constructores, aunque, como construían con ladrillo y adobe, se han conservado pocos restos de sus edificaciones. Sus edificios se levantaban sobre plataformas o terrazas para protegerlos de las frecuentes inundaciones. Tenían gruesos muros que se revestían con ladrillos de colores. Los más importantes edificios se construían en las ciudades, eran los templos, los palacios y los zigurats. Los zigurats eran grandes estructuras con torres escalonadas, que eran usados con varios fines. Algunos de ellos son: centro de adivinación, lugar de culto u observatorio astronómico.  Dichos edificios se caracterizaban por una escalinata principal, que permitía ascender a las terrazas superiores, y otras escalinatas laterales; en la terraza superior se localizaba el santu

Entramos en la Historia

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Concluimos la primera etapa de nuestra Civilización Cumbres Altas, y damos inicio a la Historia con la aparición de la escritura de la mano de dos "civilizaciones fluviales", situadas en los márgenes de grandes ríos: Mesopotamia y Egipto. Hacia el IV milenio a.C. surgió en la región conocida como Mesopotamia ("Tierra entre dos ríos": el Éufrates y el Tigris) la primera de las civilizaciones que poblarían esta zona del Creciente Fértil. Pueblos como los sumerios, los acadios, babilonios o asirios se sucederían en el control de estas tierras, creando los primeros imperios. De otro lado, el Rey Menes unificó en el 3.100 a.C. el Alto y el Bajo Egipto, convirtiéndose en el  primer faraón de una civilización que extendió su dominio sobre el Nilo a lo largo de tres milenios. Ambos pueblos compartían características políticas (aparecen los primeros dirigentes), económicas (incipiente agricultura y ganadería dependientes de la cercanía del río para la construcció

La tumba que te deja "de piedra"

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Desde finales del Neolítico, y durante toda la Edad de los Metales, se construyeron monumentos  con grandes piedras, conocidos como megalitos. Uno de los más comunes eran los dólmenes , formados por grandes rocas verticales hincadas en el suelo y cubiertas de losas horizontales. Su principal función era de la servir como sepulturas colectivas , es decir, ahí se guardaban cuerpos para toda la eternidad (o hasta que los arqueólogos los sacasen de ahí).  En la península encontramos muchos restos arqueológicos de este tipo, destacando algunos muy conocidos, como los Dólmenes de Antequera . Existían  otros tipos de megalitos, como menhires o los crómlech (como el famosísimo conjunto de Stonehenge en Reino Unido). En la imagen, un par de individuos visitan el dolmen donde probablemente descansan los restos de sus familiares.

Nuevas armas, nuevas herramientas, nueva etapa histórica

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Como habréis deducido por el título, con el uso del metal nos adentramos en un nuevo periodo histórico caracterizado por el uso de las herramientas y útiles metálicos.  En torno al año 5.000 a.C. los humanos empezaron a trabajar el metal. Primero el cobre, luego el bronce (que se conseguía gracias a la aleación de estaño y cobre); y por último, el hierro. A cada cual un metal más duro y resistente, lo que permitió elaborar cada vez un mayor número de utensilios: armas, herramientas, adornos, ...   Las formas de vida cambiaron en nuestra pequeña Civilización Cumbres Altas con la llegada de los metales, pues la escasez de metales desarrolló el comercio con otras zonas, las poblaciones crecieron hasta convertirse en ciudades, y la defensa de estas fue cada vez más importante, así pues surgirán ejércitos fuertemente armados, tanto para la defensa como el asedio de otros pueblos. Existían varias formas de trabajo del metal: Golpeando el metal en frío con un martillo; la Fund

El primer horno

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Durante el Neolítico se hará habitual el uso de la cerámica para las labores agrarias y para la cocción de alimentos.   Los útiles cerámicos se modelaban a mano con barro, y posteriormente se cocían en un horno para aportar a las pieza la dureza e impermeabilidad de la cerámica. De este modo las vasijas, cuencos y demás utensilios podían servir para almacenar el grano de la cosecha, cocer los alimentos y servirlos para comer; recoger, trasladar y almacenar agua, etc. En las imágenes podemos observar a varios individuos cociendo diferentes vasijas y cuencos en un gran horno. 

Muerte en la prehistoria

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Uno de nuestros Playmobil ha fallecido, y (pese a que los demás estén sonrientes), presentan sus respetos al cuerpo de su compañero. La presencia de ajuar (armas y elementos ornamentales del difunto) que se entierra junto al difunto hacen suponer la creencia en una vida más allá de la muerte, donde podría seguir disfrutándolos.  El conjunto de enterramientos se realizaba generalmente fuera de las aldeas, en necrópolis (ciudades de los muertos), fundamentalmente por un aspecto sanitario. Los enterramientos solían indicarse en ocasiones con estelas o rocas decoradas que identificaban al fallecido.

Telas para vestir

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El Neolítico también modificó la forma de vestir. De atuendos realizados con pieles curtidas y cosidas o anudadas con ligamentos animales o fibras vegetales, pasaremos a disponer de tejidos elaborados gracias a nuevas herramientas como el huso, que permitiría obtener finos hilos que luego se podrían tejer en el telar .  El telar permitía entrelazar los hilos de lino o lana con los que finalmente conseguir prendas,  a fin de brindarles protección del frío y ante ataques animales o de otros humanos. Pero también comenzó lo que hoy día conocemos como moda, dándole a la ropa un uso ornamental y decorativo, junto a su función protectora, lo cual permitió empezar a distinguir a unas personas de otras, de acuerdo a su sexo, clase social o pertenencia a un grupo. Nuestros Playmobils tejen los hilos en el telar.

Las casas más "modernas"

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Otra de las revoluciones que trajo el Neolítico fue la de cambiar los espacios de vivienda, pues la agricultura y la ganadería obligaban al sedentarismo, y eso motivó que nuestros pequeños Playmobils pasasen de habitar en cuevas y abrigos rocosos a cabañas más elaboradas, formándose así los primero poblados. Se encontraban cerca de ríos para maximizar el aprovechamiento de agua para la agricultura y la ganadería. Las viviendas estaban hechas de adobe, su tamaño era reducido, y su forma solía ser circular o rectangular. Con accesos en muchas ocasiones desde la terraza superior, lugar donde en muchas ocasiones se desarrollaba la vida, para evitar las altas temperaturas en el interior de las viviendas; por esa misma razón los vanos y solían ser pequeños y limitados únicamente a ventilar las estancias. Diferentes escaleras permitían el acceso a las terrazas. El mobiliario era muy básico y sencillo, y en muchas ocasiones la vivienda solía disponer de zona de establo y corra